Bando de Navidad del Alcalde de Ponferrada
Don Carlos López Riesco, alcalde-presidente del Excelentísimo Ayuntamiento de Ponferrada, en el ejercicio de las atribuciones conferidas por el artículo 21.1 d) de la Ley Reguladora de las Bases de Régimen Local, de 2 de abril de 1985,
HACE SABER
Que en fechas navideñas es costumbre que el regidor de esta noble ciudad felicite las fiestas y el año nuevo a los ponferradinos y a los visitantes que han decidido pasar unos días entre nosotros.
Que conociendo como conocemos que los bercianos tenemos el espíritu hospitalario siempre abierto de par en par hacia los forasteros, y el alma jaranera para disfrutar con los de casa, casi huelga poner en letras de molde el ánimo del alcalde y el Ayuntamiento al que representa para que se vivan estos días como los más entrañables del año.
Que a falta de pregonero de cornetín y gorra de plato, bueno es este bando para hacer llegar a todos los rincones de la ciudad que la Navidad ha llegado, y que aunque no haya ordenanza reguladora de las Felicidades ajenas, el alcalde la recomienda como animador mejor que el yinseng, la jalea real y el cuturrús juntos.
Que si bien las nieblas este año apenas nos han dado tregua y apenas nos han dejado disfrutar demasiado de ellas, las calles lucen las mejores Luces de Navidad de la historia, gracias también a que cada vez más vecinos aportan ingenio adornando ventanas, balcones y galerías. Es nuestra pequeña contribución al espíritu de la Navidad, ese inexplicable estado de ánimo que nos hace abrazarnos a todos con sinceridad absoluta y propósito de enmienda aunque después del día 6 la memoria sea de cristal.
Que sepan que no hace falta salir de aquí para hacer sus mejores regalos, que por comercio en cantidad, calidad, precio y amabilidad, Ponferrada no se queda atrás. Además, es de ley reconocer que nuestros comerciantes cada Navidad adornan con más cariño y gusto sus escaparates, contribuyendo a dar alegría a las calles en estos días. Sepan también que en la Plaza del Ayuntamiento están reunidos los artesanos de la comarca para ofrecerle verdaderas obras de arte y que si quiere sorprender a los más jóvenes de la casa, tiene que llevarlos a la pista de hielo a resbalar un rato. Eso sí, con bufanda y guantes.
Que me permitan una última recomendación: Si brindan por el nuevo año háganlo con moderación pero con los vinos del Bierzo, mencías, godellos y doña blanca. No abusen del trago fuerte. Comidas pantagruélicas, las justas para no arrepentirse después, que nuestros médicos también tienen derecho a descansar estos días. Y en el coche, paciencia.
Por todo ello,
RESUELVO:
Haceros llegar mi felicitación de Navidad hasta vuestros corazones y desearos que el próximo año apostemos por ser un poquito más Quijotes que Sanchos para seguir haciendo juntos una Ponferrada más imaginativa, guapa y próspera en el año 2005, el año del Castillo de los Templarios. Palabra.
HACE SABER
Que en fechas navideñas es costumbre que el regidor de esta noble ciudad felicite las fiestas y el año nuevo a los ponferradinos y a los visitantes que han decidido pasar unos días entre nosotros.
Que conociendo como conocemos que los bercianos tenemos el espíritu hospitalario siempre abierto de par en par hacia los forasteros, y el alma jaranera para disfrutar con los de casa, casi huelga poner en letras de molde el ánimo del alcalde y el Ayuntamiento al que representa para que se vivan estos días como los más entrañables del año.
Que a falta de pregonero de cornetín y gorra de plato, bueno es este bando para hacer llegar a todos los rincones de la ciudad que la Navidad ha llegado, y que aunque no haya ordenanza reguladora de las Felicidades ajenas, el alcalde la recomienda como animador mejor que el yinseng, la jalea real y el cuturrús juntos.
Que si bien las nieblas este año apenas nos han dado tregua y apenas nos han dejado disfrutar demasiado de ellas, las calles lucen las mejores Luces de Navidad de la historia, gracias también a que cada vez más vecinos aportan ingenio adornando ventanas, balcones y galerías. Es nuestra pequeña contribución al espíritu de la Navidad, ese inexplicable estado de ánimo que nos hace abrazarnos a todos con sinceridad absoluta y propósito de enmienda aunque después del día 6 la memoria sea de cristal.
Que sepan que no hace falta salir de aquí para hacer sus mejores regalos, que por comercio en cantidad, calidad, precio y amabilidad, Ponferrada no se queda atrás. Además, es de ley reconocer que nuestros comerciantes cada Navidad adornan con más cariño y gusto sus escaparates, contribuyendo a dar alegría a las calles en estos días. Sepan también que en la Plaza del Ayuntamiento están reunidos los artesanos de la comarca para ofrecerle verdaderas obras de arte y que si quiere sorprender a los más jóvenes de la casa, tiene que llevarlos a la pista de hielo a resbalar un rato. Eso sí, con bufanda y guantes.
Que me permitan una última recomendación: Si brindan por el nuevo año háganlo con moderación pero con los vinos del Bierzo, mencías, godellos y doña blanca. No abusen del trago fuerte. Comidas pantagruélicas, las justas para no arrepentirse después, que nuestros médicos también tienen derecho a descansar estos días. Y en el coche, paciencia.
Por todo ello,
RESUELVO:
Haceros llegar mi felicitación de Navidad hasta vuestros corazones y desearos que el próximo año apostemos por ser un poquito más Quijotes que Sanchos para seguir haciendo juntos una Ponferrada más imaginativa, guapa y próspera en el año 2005, el año del Castillo de los Templarios. Palabra.