MELOCOTÓN EN ALMIBAR, EN EL BERGIDUM: Una deliciosa y entrañable función del mejor comediógrafo español del siglo XX
Melocotón en almíbar, una comedia brillante, ingeniosa, "de las de antes", de uno de los grandes autores del teatro español del siglo XX como es Miguel Mihura se presentará estos días en el Teatro Bergidum.
Melocotón en almíbar. Viernes, 10 y sábado, 11, de febrero. 21,30 horas
12 y 10 (parados, jóvenes y pensionistas) euros. Entradas a la venta a partir del día 6/febrero
Programa de Abono (función día 10). Red de Teatros de Castilla y León
"El humor es la risa que fue al colegio", dejó escrito Miguel Mihura, uno de los grandes dramaturgos españoles del siglo XX y un adelantado a su tiempo en su peculiar sentido del humor tan próximo al absurdo. El año pasado, el centenario de su nacimiento quedó en parte sepultado por la fuerte presencia de los actos en torno al Quijote. Ahora llega al Bergidum la puesta en escena de una de sus mejores comedias, Melocotón en almíbar, dirigida por Mara Recatero dentro de un esquema de comedia costumbrista clásica. La obra, mezcla de la pasión que Mihura sentía tanto por el humor como por lo policiaco, es la historia de unos atracadores que están en vísperas de un gran golpe. Pero uno de ellos enferma repentinamente y deciden pedir ayuda a la dueña de la casa, que les envía a una curiosa monja para que les cuide. Las más que impertinentes deducciones de este personaje irán inquietando a los atracadores que, finalmente y olvidando su botín, huirán de la aparentemente inocente y cándida monjita.
Protagonizada por Ana María Vidal, una actriz que debe su popularidad a la escena, pero también a sus numerosas apariciones en los programas dramáticos que Televisión Española hizo en los años sesenta y setenta, la función cuenta con una escenografía del oscarizado Gil Parrondo. Elvira Travesí, José Carabias, Luis Perezagua, Crismar López y José Luis Alonso completan el reparto.
Madrileño de nacimiento, Miguel Mihura (1905-1977) comenzó escribiendo en revistas humorísticas como La ametralladora. En 1941 funda La codorniz, revista de humor también, cuya dirección abandona en 1944. Colaboró en el guión de la película Bienvenido Mr. Marshall, de Berlanga, una de las cintas clave de la cinematografía española. En 1932 escribe la comedia Tres sombreros de copa, que no fue estrenada hasta veinte años después y constituye uno de los acontecimientos capitales del teatro español del siglo XX, siendo considerada por muchos especialistas como un texto precursor del teatro del absurdo de Ionesco y Beckett. Melocotón en almíbar fue estrenada en 1958 en el teatro Infanta Isabel de Madrid obteniendo entonces el premio de la Crítica de Barcelona. Dos años después Antonio del Amo dirigió la versión cinematográfica que también tuvo una versión alemana. Mihura fue galardonado en dos ocasiones con el Premio Nacional de Teatro y obtuvo en 1964 el Premio Nacional de Literatura "Calderón de la Barca". En 1976 fue elegido académico de la Real Academia Española. Trabajó en Hollywood donde, junto a Jardiel Poncela y Edgar Neville, se encargó de las versiones en castellano de las grandes películas norteamericanas antes de que llegara el doblaje y mantuvo una gran amistad con Chaplin.
Melocotón en almíbar. Viernes, 10 y sábado, 11, de febrero. 21,30 horas
12 y 10 (parados, jóvenes y pensionistas) euros. Entradas a la venta a partir del día 6/febrero
Programa de Abono (función día 10). Red de Teatros de Castilla y León
"El humor es la risa que fue al colegio", dejó escrito Miguel Mihura, uno de los grandes dramaturgos españoles del siglo XX y un adelantado a su tiempo en su peculiar sentido del humor tan próximo al absurdo. El año pasado, el centenario de su nacimiento quedó en parte sepultado por la fuerte presencia de los actos en torno al Quijote. Ahora llega al Bergidum la puesta en escena de una de sus mejores comedias, Melocotón en almíbar, dirigida por Mara Recatero dentro de un esquema de comedia costumbrista clásica. La obra, mezcla de la pasión que Mihura sentía tanto por el humor como por lo policiaco, es la historia de unos atracadores que están en vísperas de un gran golpe. Pero uno de ellos enferma repentinamente y deciden pedir ayuda a la dueña de la casa, que les envía a una curiosa monja para que les cuide. Las más que impertinentes deducciones de este personaje irán inquietando a los atracadores que, finalmente y olvidando su botín, huirán de la aparentemente inocente y cándida monjita.
Protagonizada por Ana María Vidal, una actriz que debe su popularidad a la escena, pero también a sus numerosas apariciones en los programas dramáticos que Televisión Española hizo en los años sesenta y setenta, la función cuenta con una escenografía del oscarizado Gil Parrondo. Elvira Travesí, José Carabias, Luis Perezagua, Crismar López y José Luis Alonso completan el reparto.
Madrileño de nacimiento, Miguel Mihura (1905-1977) comenzó escribiendo en revistas humorísticas como La ametralladora. En 1941 funda La codorniz, revista de humor también, cuya dirección abandona en 1944. Colaboró en el guión de la película Bienvenido Mr. Marshall, de Berlanga, una de las cintas clave de la cinematografía española. En 1932 escribe la comedia Tres sombreros de copa, que no fue estrenada hasta veinte años después y constituye uno de los acontecimientos capitales del teatro español del siglo XX, siendo considerada por muchos especialistas como un texto precursor del teatro del absurdo de Ionesco y Beckett. Melocotón en almíbar fue estrenada en 1958 en el teatro Infanta Isabel de Madrid obteniendo entonces el premio de la Crítica de Barcelona. Dos años después Antonio del Amo dirigió la versión cinematográfica que también tuvo una versión alemana. Mihura fue galardonado en dos ocasiones con el Premio Nacional de Teatro y obtuvo en 1964 el Premio Nacional de Literatura "Calderón de la Barca". En 1976 fue elegido académico de la Real Academia Española. Trabajó en Hollywood donde, junto a Jardiel Poncela y Edgar Neville, se encargó de las versiones en castellano de las grandes películas norteamericanas antes de que llegara el doblaje y mantuvo una gran amistad con Chaplin.