Mucho ruido y pocas nueces en el Bergidum
Una comedia de William Shakespeare
sobre la guerra de sexos
Combinando texto, música en directo y danza, con un reparto en el que se mezclan actores, cantantes y músicos, la compañía Teatro de Fondo
presenta la comedia Mucho ruido y pocas nueces, uno de los mejores textos de Shakespeare, en un montaje que cuenta, como asesor de texto, con Will Keen, uno de los directores ingleses que más ha trabajado sobre el clásico inglés en compañías como la Royal Shakespeare Company, Cheek by Jowl o el National Theatre.
Abono de Invierno
- Actuación: Viernes, 20 de febrero. 21 horas
- Teatro de Fondo : Mucho ruido y pocas nueces, de William Shakespeare
- Más información:
http://www.teatrodefondo.com
- Precio:
10 euros. Parados, jóvenes y pensionistas: 8 euros.
Descuento del 50% a grupos de un mínimo de quince estudiantes (sólo en taquilla), coordinados por un profesor. - Entradas:
a la venta a partir del 26 de enero
Red de Teatros de Castilla y León
Galardonada por este montaje con el Premio a la Mejor Dirección
para Vanessa Martínez en el Certamen Nacional Garnacha de La Rioja, Mucho ruido y pocas nueces es la comedia más brillante de Shakespeare, un producto exquisito, un puzzle perfecto, la más deliciosa combinación de despiadado ingenio y tierna vulnerabilidad. La guerra de sexos,
un tema de siempre, es aquí abordado como nunca antes se hizo, desarrollando armas, encontrando equilibrios, hundiendo tópicos y sembrando incomprensión entre los personajes, para explorar en lo más profundo del alma humana, para descubrir, con sencillez, que somos tanto lo que somos como lo que no somos, que cada sentimiento encierra en sí mismo su opuesto, que toda comedia contiene un drama, que todo odio contiene un amor, que somos complejos, impredecibles, incomprensibles... inclasificables.
La trama de la pieza, escribe en torno a 1598, presenta la llegada de la princesa Constanza a Mesina después de ganar la batalla contra su hermano Don Juan por conseguir la corona de Aragón, acompañada entre otros de Claudio y Benedicto. Allí les acoge Leonora, gobernadora de la ciudad, Hero, su hija, y Beatriz, su sobrina. Hero y Claudio se enamoran y deciden casarse,
Benedicto y Beatriz se odian y deciden fastidiarse, y Doña Constanza propone un juego: mientras se organiza el matrimonio, toda la inteligencia y destreza de los habitantes de la casa ha de ponerse al servicio de un solo propósito, "llevar al señor Benedicto y a la señora Beatriz hacia una montaña de afecto mutuo."
Con este cometido, los personajes se ven inmersos en una intriga en la que el suspense, el drama y las pasiones se funden sobre la acidez, la picardía y hasta la parodia.
Shakespeare habla en Mucho ruido y pocas nueces del amor, de nuevo, pero con una variante que hasta el momento no había explorado: dibuja el cuadro a través de los ojos de las mujeres.
Construye así un retrato cubista, de perspectivas femeninas sobre los sentimientos, dotado de dos caras, las de Hero y Beatriz, que son contrarias y complementarias: la primera vive intensamente su amor por Claudio, pero es tímida, e inexperta. Beatriz, por el contrario, es una maestra de la palabra, es desmesurada y ácida, pero también tremendamente vulnerable; por eso establece una relación con Benedicto sembrada de estrategias y trampas que llenan algunas de las páginas más celebradas del bardo inglés. La versión
de Teatro de Fondo dota a esta visión femenina
de Shakespeare de algunas caras más, y con este fin ha depositado los dos personajes con poder (el príncipe y el gobernador) en manos de dos mujeres (Doña Constanza y Leonora), que conforman un universo donde los hombres no saben muy bien cómo moverse, cómo defenderse y dónde ubicarse.