Dos actores crean 16 personajes en un tono paródico y disparatado
Rulo Pardo y Santiago Molero son los dos espléndidos actores que desde hace diez años han convertido al grupo Sexpeare en un referente de humor disparatado y que el próximo viernes cierran, con su montaje titulado For Sale, el ciclo D Risa que a lo largo del mes de septiembre se ha venido celebrando en el Bergidum.
CICLO D RISA
28 DE SEPTIEMBRE. 21 horas
Sexpeare: For Sale
Red de Teatros de Castilla y León
[PRECIO: 10 EUROS ]
[ ENTRADAS, SIN NUMERAR, A LA VENTA A PARTIR DEL 3 DE SEPTIEMBRE]
For Sale es una obra compuesta por seis historias aparentemente inconexas en las que dos actores dan vida a más de 16 personajes: un carnicero enamorado de su longaniza, un asesino en serie que peina sus crímenes, un pequeño escenario en un pub donde se actúa en los descansos de los partidos … Una sucesión de historias disparatadas que no tienen por qué tener un sentido o una lógica. De hecho, el nexo de unión de los relatos son los diferentes tipos de venta y vendedores: el que cede su alma al diablo, el que apuesta, el que tiene un muestrario de longanizas y demás viandas en la vitrina de su carnicería... Da igual donde quede el hilo argumental, que se pierde nada más empezar. La columna vertebral de esta rocambolesca coctelera son dos solventes actores que convierten el escenario en un cruce de caminos. Allí, en la encrucijada, pasan el tiempo interpretando papeles cada cual más disparatado. Quien se encarga de darle cordura y ritmo es David Ottone, una de las mentes pensantes del grupo Yllana.
"La capacidad de estos dos actores de transformarse en personajes diferentes, de hacer reír sin caer en la vulgaridad, de sorprender con giros inesperados en sus argumentos, de conectar con el público, de jugar en el teatro con una escenografía que parece casi el cuarto de los juguetes, es envidiable y es, sobre todo, inteligente" ha dicho un crítico.
Sexpeare son los reyes del tempo cómico, de la agilidad narrativa y es por eso que sus montajes se pasan como una exhalación. Las miradas, la entonación, la iluminación efectista o sus dinámicos decorados son inconfundibles. Como en todas las obras cargadas de gags, la improvisación y el perfeccionamiento de los montajes se logra representación a representación con la ayuda inestimable de un público que con el nivel de carcajadas va marcando lo que le gusta y lo que no.
"El montaje – ha señlado la crítica- es especialmente tronchante en momentos como la vuelta de Sony al rancho en el que se debe enfrentar a su tajante, pero en el fondo, ardorosa mujer, que ha gozado de la compañía del caballo en su ausencia, y llega a un nivel de humor surrealista cuando el Elvis de pacotilla cuenta la historia de la chica que ‘se murió de queso’ o cuando el carnicero decide casarse con su querida longaniza, que pone todo perdido de grasa a causa de la emoción que le produce".
CICLO D RISA
28 DE SEPTIEMBRE. 21 horas
Sexpeare: For Sale
Red de Teatros de Castilla y León
[PRECIO: 10 EUROS ]
[ ENTRADAS, SIN NUMERAR, A LA VENTA A PARTIR DEL 3 DE SEPTIEMBRE]
For Sale es una obra compuesta por seis historias aparentemente inconexas en las que dos actores dan vida a más de 16 personajes: un carnicero enamorado de su longaniza, un asesino en serie que peina sus crímenes, un pequeño escenario en un pub donde se actúa en los descansos de los partidos … Una sucesión de historias disparatadas que no tienen por qué tener un sentido o una lógica. De hecho, el nexo de unión de los relatos son los diferentes tipos de venta y vendedores: el que cede su alma al diablo, el que apuesta, el que tiene un muestrario de longanizas y demás viandas en la vitrina de su carnicería... Da igual donde quede el hilo argumental, que se pierde nada más empezar. La columna vertebral de esta rocambolesca coctelera son dos solventes actores que convierten el escenario en un cruce de caminos. Allí, en la encrucijada, pasan el tiempo interpretando papeles cada cual más disparatado. Quien se encarga de darle cordura y ritmo es David Ottone, una de las mentes pensantes del grupo Yllana.
"La capacidad de estos dos actores de transformarse en personajes diferentes, de hacer reír sin caer en la vulgaridad, de sorprender con giros inesperados en sus argumentos, de conectar con el público, de jugar en el teatro con una escenografía que parece casi el cuarto de los juguetes, es envidiable y es, sobre todo, inteligente" ha dicho un crítico.
Sexpeare son los reyes del tempo cómico, de la agilidad narrativa y es por eso que sus montajes se pasan como una exhalación. Las miradas, la entonación, la iluminación efectista o sus dinámicos decorados son inconfundibles. Como en todas las obras cargadas de gags, la improvisación y el perfeccionamiento de los montajes se logra representación a representación con la ayuda inestimable de un público que con el nivel de carcajadas va marcando lo que le gusta y lo que no.
"El montaje – ha señlado la crítica- es especialmente tronchante en momentos como la vuelta de Sony al rancho en el que se debe enfrentar a su tajante, pero en el fondo, ardorosa mujer, que ha gozado de la compañía del caballo en su ausencia, y llega a un nivel de humor surrealista cuando el Elvis de pacotilla cuenta la historia de la chica que ‘se murió de queso’ o cuando el carnicero decide casarse con su querida longaniza, que pone todo perdido de grasa a causa de la emoción que le produce".