La concejalía de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Ponferrada clausuró el pasado martes 21 el primer I ENCUENTRO DEL DIA FORESTAL MUNDIAL "CONSERVACIÓN Y GESTIÓN DEL ARBOLADO MONUMENTAL".
La concejala de Medio Ambiente, Teresa García Magaz, aseguró en la clausura que el éxito de participación, con casi 200 inscritos, supone la confirmación de que el año próximo se deberá organizar una nueva edición con el fin de ahondar en el conocimiento de este patrimonio vegetal que precisa una clara protección y divulgación.
Estas son las principales conclusiones del foro:

· Los árboles son algo tan sencillo como plantas y sus semillas.
· El 26.6% de la superficie terrestre está cubierta por árboles
· Aunque la diversidad de las plantas es muy grande, solamente 3000 especies presentan porte arbóreo.
· Hoy en día desaparecen 50 millones de Hectáreas de arbolado por década.
· Los árboles no son nada caprichosos a la hora de buscar dónde vivir, sino que son muy prácticos, es decir, qué necesidades tengo y dónde me adapto mejor.
· Los árboles monumentales siempre han estado asociados a actos sociales, religiosos, como es el caso del Tejo de San Cristóbal plantado junto a una ermita y punto de referencia en el paisaje y encuentro de las gentes.
· Los árboles singulares son únicos, irremplazables y arraigados al lugar donde nacieron, por ello no se deben transplantar (a nadie se le ocurriría ‘transplantar’ la catedral de Burgos y ponerla en León).
· A partir del siglo XIX se eliminan indiscriminadamente los árboles monumentales, llegándose a instaurar el "turno del árbol": en cuanto llega a una edad lo sustituimos por otro joven.
· En España han desaparecido el 80% de los árboles monumentales en los últimos cien años; de aquí surge la necesidad de protegerlos, de poner la Ley de parte del árbol, del más débil.
· Debemos evitar interferir si no sabemos como hacerlo. A nadie le gustar ver un cadáver de un árbol monumental que ha muerto por una mala actuación sobre él y su entorno.
· Puestos en manos de expertos podemos llegar a determinar las causas de la muerte de un árbol, hacerle la autopsia, de qué murió, quién lo mató.
· Siempre que se actúe sobre el entorno de un árbol monumental es imprescindible describir y estudiar detalladamente todas las obras que se van a realizar.
· No somos niños, y por lo tanto no debemos pisar o subirnos a los troncos de los árboles monumentales, por muy accesibles que sean.
· Esto es, los árboles monumentales no son ni los más altos, ni los más viejos, sino son lo que ellos mismos representan en términos de diversidad y valor social y cultural.
· Muchos de estos árboles han tenido una veneración ancestral, el "Derecho de Poznera", desde los tiempo de los Celtas, nos da una idea de ello: el que planta un árbol es el dueño, y sus descendientes los herederos, que deben cuidarlo, no cortarlo y mantenerlo indefinidamente.
· Es importante destacar que no están catalogados todos árboles monumentales; para ello, hay que atender a unos criterios científicos, dendrológicos y ecológicos, estéticos y culturales. Una fuente de información fundamental son los que realmente conocen sus árboles, los más cercanos a ellos, es decir nuestros mayores.
· Por lo tanto se debe hacer una revisión de los catálogos existentes para incluir y proteger todos los ejemplares monumentales que actualmente no están incluidos, atendiendo a los criterios antes mencionados.
· Los riesgos a los que están sometidos los árboles monumentales y que por ello debemos protegerlos y conservarlos son los incendios forestales, las enfermedades, la falta de gestión, malas prácticas de poda, cortas injustificadas; por lo tanto, debemos acometer un plan de conservación cuyo objetivo sea armonizar tanto la protección del árbol con su divulgación, como los elementos a proteger con la población.
· Se trata de una tarea difícil, ya que en el Bierzo el patrimonio es disperso y remoto, y más del 70% son de propiedad privada.
· Las propuestas de conservación por tanto, estarán destinadas a fomentar la garantía de protección legal (ordenanzas municipales), fomentar proyectos técnicos de conservación y restauración (editar un manual básico de buenas prácticas de gestión de árboles monumentales), fomento de actividades culturales y artísticas, un conocimiento más profundo del estado reproductivo del árbol y la capacidad de regeneración natural, y por último su puesta en valor.
· En definitiva, los árboles son los seres vivos más generosos, los que más dan y menos piden. Tenemos que llegar es a un acuerdo hombre-árbol; nuestra relación con los árboles debe estar basada en el respeto hacia ellos.