Ponferrada obtiene un nuevo reconocimiento a su gestión medioambiental

El alcalde de Ponferrada, Carlos López Riesco, recogió en la tarde del jueves día 10 el prestigioso premio Escoba de Plata que otorga ATEGRUS, Asociación Técnica para la Gestión de Residuos y Medio Ambiente, en el curso de la VII Semana Internacional del Urbanismo y del Medio Ambiente que se está celebrando en Madrid (IFEMA) entre el 8 y el 11 de junio, una muestra en la que las empresas de urbanismo, diseño urbano y mobiliario urbano exponen sus nuevos avances junto a los ayuntamientos que muestran sus últimos avances en materia de gestión de limpieza y residuos.
Ponferrada ha sido premiada junto con otras cinco en la categoría de ciudades de entre 50.000 y 100.000 habitantes. El premio quiere distinguir aquellas actuaciones y trabajos que hayan realizado para mejorar o defender la gestión de los residuos, la limpieza y el aseo urbano en general de las ciudades. Estos premios se instituyeron en 1987 y gozan de gran prestigio.
La Escoba de Plata es un reto para la mayor parte de las ciudades de España, y especialmente para Ponferrada que históricamente fue juzgada como una ciudad sucia, en parte por las actividades mineras e industriales.
En los últimos nueve años esa imagen ha cambiado diametralmente, de modo que hoy es un ejemplo para muchas en todos los aspectos, desde la recogida selectiva de residuos urbanos (servicio moderno y eficaz) al mantenimiento de parques y jardines, que se están ampliando considerablemente gracias a las actuaciones en el tramo urbano del río Sil, y La Rosaleda, tanto con el parque (hay que recordar que casi triplica el del Temple y es siete veces más grande que el del Plantío) como con el bulevar central (que está en ejecución), pasando por acciones puntuales como la eliminación de la montaña de carbón.
Precisamente este fue uno de los extremos más valorados en la feria y que suscitó la curiosidad de bastantes visitantes que pasaron por el stand de Ponferrada.
"Un premio para los ciudadanos de Ponferrada", dice el alcalde
López Riesco no ocultaba su satisfacción por haber conseguido para el Ayuntamiento de Ponferrada la Escoba de Plata. "Este nuevo galardón hay que sumarlo a la larga lista de premios que estamos recibiendo año tras año y que confirman que en Ponferrada se están haciendo bien las cosas en materia medioambiental. Ponferrada era una ciudad sucia, que se ponía de ejemplo de ciudad sucia, y ahora es justo lo contrario, y de eso tenemos que sentirnos orgullosos todos, unos por lo que nos toca como gestores que intentamos optimizar los recursos de los que disponemos, que hemos multiplicado por cinco el presupuesto de recogida de basura y limpieza urbana, y como ciudadanos que en el día a día separamos envases, manchamos lo menos posible y cuidamos la imagen de la ciudad con cada uno de estos gestos. Es un premio a los ciudadanos de Ponferrada, sobre todo, porque de poco nos serviría invertir cientos de millones en recogida, contenedores, limpieza y mantenimiento de parques si no hay concienciación social". En relación con los premios anteriores, Riesco significó que "la Bandera Verde la dan los consumidores y la Escoba de Plata los técnicos municipales en medioambiente, y eso tiene un gran valor".
La entrega de premios estuvo presidida por el subdirector general de Calidad Ambiental del Ministerio de Medio Ambiente, Juan Martínez Sánchez, algo que para Riesco dice mucho de la imparcialidad del certamen.
En la feria también se valoraba este año la eficiencia energética y la utilización de energías renovables en los edificios públicos, algo en lo que Ponferrada también ha apostado en el último año incorporando paneles solares para calentar agua en las piscinas municipales climatizadas, así como para las duchas de otras instalaciones deportivas. También se valoró la iniciativa de sustituir las luminarias del alumbrado público por otras de bajo consumo y mayor luminosidad.
López Riesco quiso hacer hincapié en que este tipo de ferias suponen un "importantísimo" reclamo turístico para la ciudad ya que fueron centenares de personas que se interesaron por la oferta turística de la ciudad (se podían llevar folletos y guías). "Que Ponferrada tenga una imagen de ciudad limpia siempre ayuda a atraer visitantes y a que los que vienen se vayan contentos, como pueden ser los miles de peregrinos que están pasando estos días por la ciudad, y esos son nuestros mejores embajadores cuando dicen `Ponferrada´ es una ciudad muy limpia".